Círculo

Quiero una para follármela y otra para enseñársela a mi madre. Je. Pobres tontos, no se dan cuenta que su princesita es la que se folla al vecino. El vecino que la llama puta y que a ella le encanta. 4 letras rojas. PUTA, no pasa nada. Se puede decir, no duele, no es mentira pero tampoco verdad.

Desde la cocina de mi casa veo la situación, cada mañana, el se va a trabajar, le da un casto beso en los morros mientras ella, vestida de señora, le arregla la corbata. Cada mañana él sale del portal y entra en un adosado al doblar la esquina. Cada mañana la puerta del matrimonio se abre, entra el chico de la cocacola, que se la folla de la manera mas guarra que os podais imaginar, no oigo lo que se dicen, pero hay una pasión descontrolada, ella sufre, gime, se agota. Su pelo de peluquería se descompone entre los tirones de él. Las medias, antes pulcramente colocadas en las piernas, acaban unas veces en su cuello, otras en las muñecas. Es un baile brutal. Ella le insulta, le araña, le escupe. Disfrutan. Al acabar, el chico cocacola se viste y ella se compone.

Espera a su marido con la mejor cara y la comida perfectamente colocada en la mesa. Es un hombre de éxito, es un buen hombre. Perfecto para presentárselo a su padre.