miércoles, 1 de octubre de 2008

Carla, Aitor y yo

Hoy me han preguntado cómo se hace un trio. No en el sentido de los roles que adoptan cada uno de los participantes, sino en el sentido de como surje o de como se planea. Y a raiz de esto me he acordado de que...
Hace un unos años, me fui a vivir a Bilbo durante un par de meses, encontre una habitacion en un piso compartido. La persona con quien lo compartía era un chico de mi edad y en una situacion laboral similar a la mia. Desde el primer momento hubo buen rollo entre nosotros, y ya la segunda noche nos acostamos, en otras condiciones no lo hubiera hecho, pero mi estancia en en ese piso iba a ser de dos meses como mucho...
Una finde casi al finalizar el primer mes, vino a verme una amiga de Zaragoza, entre nosotras siempre habia habido cierta tension, pero algo nos impedía ir más allá.
Cenamos en casa, hablamos de todo y de nada, bebiendo, fumando, ya sabeis. Llegó Aitor del curro y sentó con nosotras a charrar, seguimos bebiendo y fumando hasta muy tarde. Casi amanecia cuando me levanté y besé a Carla en los labios y le pregunte si nos ibamos a la cama.
Aitor se quedo con unos ojos como platos, pero antes de que digera nada tambien le besé a él de la misma manera, en el mismo sitio, invitandole a unirse.
Nos levantamos, todo era muy lento, fuimos hasta mi cama y entre Carla y yo comenzamos a desnudarle, sueve, besandonos entre nosotras, entre ellos... Él tenía una mano para cada una de nosotras y nosotras no parabamos de acariciarle, de chuparle.
Fueron varios orgamos, provocados por varias personas. Nos dormimos.
A la mañana siguiente me desperte con la sensacion de que habia tenido un sueño, esa sensacion se me fué al notar la lengua de Carla en mi boca. Al girarme ví que estaba cabalgando a Aitor, le acaricie la espalda, me comí la boca de Aitor y disfrute de esa imagen hasta que me toco a mi...
Así es como surge un trio, así, sin miedo.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Desconocida conocida

No sabíamos como éramos físicamente, de él sólo conocía su cuerpo igual que él de mi, porque habíamos decidido mantener nuestras caras al margen.
Apenas una semana duraron los ciberencuentros, en seguida decidimos encontrarnos
Quedamos que yo iría a Madrid. En principio llegaba en el AVE de las 3, por lo que, como el trabajaba él lado de Atocha, pues nos venia muy bien.
Digo en principio, porque lo que paso fue otra cosa. Cogí el AVE que llega a las 11 dispuesta a cumplir una de sus fantasías.
Me había puesto un vestido rojo, no muy corto ni muy escotado, pero que permitía adivinar que debajo de él no había nada, además me calcé con unas sandalias atadas al tobillo también rojas.
Durante el trayecto en el tren estaba absolutamente fuera de mi, no paraba de pensar en su cuerpo, por fin pegado al mío, en lo que iba a suponer nuestro encuentro, en sus manos acariciándome la piel, en mi boca lamiéndole entero…
Cuando salí de Atocha puse rumbo al edificio donde Borja trabajaba, durante el trayecto le llame por teléfono
- Dime
- Estarás disponible a las 3 verdad
- Claro, no veo el momento
- Sabes Borja…te tengo muchas ganas, mas de las que te imaginas.
- Aiiiiiiiii mujer, tu voz, tu voz me pone muy cachondo
- Si lo que te pone es mi voz, imaginate cuando tengas mis labios pegados a tu oído susurrándote guarradas.
- Que guarradas Lola? Dime alguna que ahora no caigo…
- mmmmmm te voy a dejar antes de que montes algún escándalo en la oficina
- Nooooooo, joder que a gusto te follaria
- Me estoy mojando solo de pensar lo que va a pasar esta tarde…
Por ahora todo iba saliendo bien, él no imaginaba lo que estaba punto de pasar.
Ya había llegado a la puerta, tenia una mezcla de nerviosismo y excitación, me dirigí al puesto de información y pregunte por el despacho de Borja. El guarda, no sin antes echarme un vistazo de arriba abajo me indico donde estaba. Le di las gracias y me fui para allá.
Al fondo de un largo pasillo estaba su despacho, antes de tocar a la puerta, respire un par de veces, me arregle el pelo y…
-Adelante
Abrí la puerta y me quede apoyada en el quicio de la puerta mirándole, no era especialmente guapo, pero tenia una mirada de las que te ahogan, con los ojos entornados de un azul oscuro que resaltaban sobre su piel morena y su pelo oscuro. Bueno si, era guapo, guapísimo.
-Puedo ayudarte en algo?
Como respuesta obtuvo un portazo y a mi andando hacia el. En sus ojos había lujuria, su mirada saltaba de mis caderas a mis tetas, que saltaban libremente. Además el ruido de los tacones me pone, y mas sobre el parquet.
Me puse detrás de su silla y la giré para tenerlo frente a mi.
El no perdió el tiempo, puso sus manos en mis rodillas y comenzó a subirlas hasta llegar al punto donde deberían estar las bragas.
No le deje continuar, me agache para besarle pero mis labio apenas rozaron los suyos. Fui directamente a su cuello, mientras mi mano tocaba el bulto de su pantalón. Lo restregaba.
-Que haces? Quien eres?
-Shshshshsh…

Me arrodille entre sus piernas. Cuando por fin libere su verga…guau. Ahí estaba, apuntándome. Lamí suavemente la gotita que salía de su polla. Y lamí, mordí, chupe su polla, hasta hacerlo llegar a un orgasmo que me lleno la boca y la cara de sus fluidos.
Vi su cara, oí sus gritos. Note sus manos en mi cabeza. Me puse de pié. Me limpié la cara y me fui.
Me fui caliente. Le hubiera follado ahí mismo, le hubiera dicho que era yo, Lola, pero preferí que lo descubriera el solo.
A las 3 me esperaba en Atocha. Yo me había cambiado de ropa. Él miraba al AVE, me acerqué por detrás. Le toqué el hombro.
- Lo sabía, sabía que eras tu… bueno no sabia pero me imaginaba…perversa!
Esto es todo lo que hablamos en las siguientes 2 horas.
Finde divertido…Me gustó.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Dos

Saco su pene de su ano, pero le pidió, susurrandoselo al oido, que no se moviera de esa posición.
Todavía así, se agachó para ver como salía su semen de aquel agujero que tanto placer le había dado.
Mientras esperaba, le acariciaba el culo, se lo besaba y lo volvía a acariciar, hasta que la primera gota blanca apareció.
Cuando comenzó a salir el néctar, acerco su boca para que cayera en ella, eso le gustaba, pero mas le gustaba acercarse luego a su cara y dejarlo caer, suave y lentamente por su rostro, mientras Luis lo recibía con los ojos cerrados y la boca entreabierta.
En ese momento veía en su expresión la felicidad, la sexualidad, en ese momento sabía que se querían.

lunes, 4 de agosto de 2008

Mi juguete I: De compras

Quedamos con mis amigas para ir de compras aprovechando las rebajas, pero dada nuestra escasa afición a la ropa acabamos en un sex-shop, mirando todo tipo de artículos y artilugios.
Rápidamente decidimos en que íbamos a invertir y que lo estrenaríamos las 4 juntas esa misma noche. Nos fuimos cada una a su casa y quedamos para cenar dos horas después.
En esas dos horas, hice lo que siempre hago antes de una de esas noches. Me di un baño, me depile, me puse crema por todo el cuerpo. Me arregle el pelo, algo de maquillaje y elegir la ropa. Habíamos quedado en llevar falda, así que me decante por una falda de tubo por la rodilla, con una blusa blanca sin mangas y de cuello alto, acabado con un lazo a un lado. Sin complementos, solo con unos zapatos de color crema y tacón alto. Bueno…sin complementos es un decir, porque saque del plástico el huevo vibrador con mando a distancia que había adquirido en el sex-shop y me lo coloqué como decian las instrucciones.
Al llegar al restaurante solo estaba Sonia, con una sonrisa de oreja a oreja. Nos saludamos entre risas y en seguida llegaron Gertru y Silvia k entraron a carcajada limpia haciendo que todos las miraran. Por las risas y porque iban impresionantes. Nos sentamos en una mesa y preparamos nuestro juego. Metimos los mandos a distancia en una bolsita y cada una saco uno. Por el color del mando vimos que cada una llevaba un mando diferente a su huevo, pero no sabíamos quien llevaba nuestro mando ni de quien era el mando que llevábamos…
Vino el camarero y Gertru soltó un gritito, acompañado por las risas de todas y la estupefacción del camarero. Pero enseguida debió parar la vibración porque Gertru se relajó. Al principio de la cena estábamos cortadas y los huevos vibraban durante escasos segundos. Pero conforme empezamos a beber nos poníamos más locas. El camarero alucinaba cada vez que venia a la mesa y veía a alguna de nosotras con lo ojos en blanco. A otra mordiéndose la mano para intentar no gritar…
Pues si la cena fue así imaginaros cuando salimos de bares. El alcohol no solo nos incitaba a tener el boton pulsado mucho rato sino que hacia que fuera realmente difícil mantener la compostura.
En un momento de lucidez habiamos decidido salir por una zona por la que no solía haber conocidos y asi poder ser mas libres. Pero como no podia ser de otra manera me encontré a alguien.
Mi profesor de Yoga, un chico majísimo, esos típicos yoghis que te tienen aspecto de controlar a tope en la cama, de esos que rezuman sexo…Bueno, pues estaba en el fondo del bar. Me hice la despistada, porque sabia lo que haría la dueña de mi mando si me acercaba a hablar con él. Pero el me vio, cambio una palabras con su grupo y vino hacia mi. Joder, si quería tener alguna posibilidad de traerlo a mi cama en un futuro próximo no podía salir corriendo.
- Hola-
- Lola guapa! ¿Qué tal?- Pero que guapo, que cuerpo, que boca, que morbo que tiene este chico!!!!
- Bien bien- hacia esfuerzos por mantener el tono y el ritmo al hablar
- Ya tenia ganas de verte por ahí y poder tomarnos una copa juntos, ¿que quieres?- No me lo podía creer, me invitaba a un trago, después de 3 meses de ir a yoga escotada, de insinuarme, de empollarme la teoría…, me invita a un trago hoy, hoy que tengo que contener los orgasmos.
-jajaja blablabla- Estuvimos hablando 5 minutos, me agarraba de la cintura y se acercaba mucho al oido para hablarme.
Yo estaba realmente excitada, en parte por él y sus manos, y en parte por las 5 velocidades del vibrador que alguna de mis amigas usaba sin compasion
- Sabes queeeeee pasa? Que estoy ahí con mis amigas y…- Y me gire para señalarlas y estaban las tres muertas de risa. Yo ya apenas me mantenia en pie, vino un orgasmo que me recorrio todo el cuerpo y me tuve que agarrar a su brazo para no caerme.
- ¿Te encuentras bien? Vivo aqui al lado, si quieres echarte...-
Me cago en todo lo que se menea, pensé. También pensé en contarle lo que me pasaba, pero me limite a un:
- Llámame mañana, que te invito a cenar y te contare algo-
Y seguí disfrutando de la noche con mis amigas. Y él me llamo al dia siguiente…

martes, 29 de julio de 2008

En sueños...

Anoche nos acostamos tarde. Hacia muchísimo calor, tanto que no parábamos de sudar así que nos pusimos cada uno en una punta de la cama y nos dimos las buenas noches con un beso lanzado al aire y una sonrisa.
No se que hora sería cuando abrí los ojos, pero miré por la ventana y sólo entraba oscuridad. Me había despertado porque Alvaro se había pegado a mi espalda y, aunque estaba profundamente dormido, me acariciaba las piernas de esa manera que sólo el sabía.
Entraba una ligera brisa que hacía que el ambiente no estuviera tan caldeado como cuando nos echamos a dormir así que ya no sudábamos tanto. Antes de despertarme, debía estar soñando con él, porque ahora estaba húmeda y mi sexo ávido de su cuerpo. Por un momento pensé en no despertarle, en su compañera de piso, en que en pocas horas tenia que ir a trabajar, en dormirme otra vez y posponerlo hasta mañana, pero me era imposible, ya se había desatado mi cuerpo, cada vez que el se movía en sueños mi respiración se agitaba, mis piernas se abrían y le intentaban rozar, simulando en toques casuales lo que en realidad eran deliberadas caricias.
Se dio la vuelta, momento que yo aproveché para acariciar mis muslos y darme cuenta de que estaba fuera de mi, al borde del orgasmo silencioso. Así que le acaricie el culo, se giro y pude ver que su miembro listo para mi. Él deslizó la mano izquierda entre mis piernas haciéndome soltar un suspiro, esa mano se movía con agilidad entre mi vulva y mi ano repartiendo la humedad. Así, echados de lado, pegado a mi espalda, me penetró. Lento primero, rápido después para final desahogarse dentro de mi. Y así se quedo dormido, dentro de mi.
Hoy no hemos hablado del tema, quizás lo hizo dormido o quizás piensa que la dormida era yo...

martes, 15 de julio de 2008

Viaje a Mallorca: Eres mio II

Me quede de pie, con las piernas abiertas y mirándole, primero a los ojos y luego al bulto de sus pantalón. Le quite la camiseta y le desabroche los pantalones. Quedó ante mi solo con el bóxer que apretaba su paquete. Me agarro de la cintura y me beso. Me zafe y me fui agachando lentamente, sin dejar de mirarle a los ojos, hasta quedarme de cuclillas con las piernas abiertas. Agarre de los lados y baje los calzoncillos hasta los tobillos, quedando su polla apuntándome, lista para mí.
- Cómetela toda, Lola -
Primero la agarre fuerte con una mano y comencé a masajearla suave, de arriba abajo. Me agarró del pelo llevando mi cabeza hacia ella. No lo logró, era demasiado pronto.
-Enséñame lo que sabes hacer-
Le empuje para que se sentara en la silla y me coloque entre sus piernas. Ahora si, acaricie su glande con los labios y palpe con mi lengua tu agujerito. Recorría toda su extensión con la lengua, hasta detenerme en tus huevos, que primero chupé y luego me los metí en la boca.
- Dios, puta, trágatela entera, por Dios-
Me pedía a gritos que me la tragara entera, pero todavía no era el momento. Jugué un poco más. Me gritaba que la metiera. Le mire y él apenas podía mantener los ojos abiertos. Mi lengua hacia círculos en su glande y jugaba con el agujerito mientras mis manos apretujaban sus huevos.
- Venga, hazlo, quiero ver tu boquita llena de mi, hazlo, hazlo ya-
Me pareció el momento y me la trague de una sola vez, hasta el fondo, hasta que tus huevos casi chocaban con mi barbilla, subiendo lentamente apretando alrededor suya con los labios, hasta llegar al comienzo del glande, donde me pare para, aun apretando con los labios, jugar con la lengua. Tu respiración era entrecortada, suspirabas y gemías y a mi eso me ponía tan cachonda que cada vez te lo hacia con mas intensidad. Estabas a mi merced.
-Dios nena, que bien… que bien lo haces… eres una diosa, sigue…-
Sus palabras provocaban en mí un aumento de la intensidad. Cada vez lo hacia mas rápido, pero sin perder el carácter minimalista de la mamada que le estaba haciendo. Cada vez más rápido. Le miré, tenia la cabeza echada hacia atrás y no hacia mas k decirme lo puta k era y lo que le encantaba lo que estaba haciendo.
Me levante y me miro de arriba abajo, con esos ojos de vicio que estaban moviéndome loca. Yo no aguantaba mas, me coloqué a su lado pasando una pierna por encima de ti y dejando mi ombligo a la altura de tu boca. Comencé a bajar lentamente, hasta que su polla me rozo la vulva. En ese momento comencé a mover las caderas en círculos, haciendo pasar la puntita por mi raja.
- Me estas volviendo loco, zorrita, k guarra, como sabes lo que haces-
Esas palabras, a las que no estaba acostumbrada, me estaban poniendo a mil, así que no pude hacer otra que dejarme caer sobre su miembro y comencé a moverme. A veces despacio, a veces deprisa. De arriba abajo o de delante hacia atrás. Los dos mirábamos lo que estaba pasando ahí abajo, como su polla desaparecía entre mis piernas, para luego salir y volver a entrar. Otras veces nos mirábamos y nos chupábamos la cara o cruzábamos las lenguas. Cada vez estabamos mas idos. Cade vez nos deciamos burradas mas gordas. Cada vez me tirabas más del pelo.
En un momento te pusiste de pie, aun dentro de mí. Apartaste de un manotazo las cosas de la mesa y me tumbaste sobre ella. Llevando tú el ritmo. Un ritmo que me volvió loca.
- Carbón, que me muero, Dios k gusto -
Entraba y salía, entraba y salía. Me agarraba las tetas. No puede más.
- Me corrooo, maldito cerdo-
-Dímelo zorra, dímelo-
-Me corro Raúl, me corro del gusto que me das-
-Yo también princesa-
Unas cuantas embestidas más y un grito en estero mezclo nuestros jugos dentro de mí. Cayó y nuestros cuerpos sudorosos se pegaron. Levanto la cabeza y me beso con pasión, pero también con cariño.
- Que bien que hayas venido, me encantas-
-Me alegro-

lunes, 14 de julio de 2008

Viaje a Mallorca: Eres mio I

Vale, tú lo has querido, comamos.
Estaba cabreada, pero reconozco que el estaba guapísimo y verlo en la cocina me ponía mucho. Tenía un cuerpo perfecto, por lo menos el torso, que era lo que podía ver. Porque llevaba unos vaqueros de esos que hacen unos culos geniales. Ver sus manos moviéndose con soltura entre verduras me hacia fantasear sobre las mil y una caricias que iba a recibir este fin de semana.
De primero, abrió una lata de espárragos y otra de mayonesa. De segundo, había algo haciéndose en una perola que olía a pescado. Y de postre, un frutero lleno de piezas de fruta de colores.
Ya los dos en la mesa comenzamos a comer. Y a hablar. Hablaba él, porque yo lo que quería era otra cosa. El me contaba no se que de no se que de Mallorca, yo sin hacerle ni caso cogí un espárrago con los dedos, dejando que el liquido escurriera por mi muñeca. Él dejo de hablar. Chupe el espárrago para que no cayera mas liquido y lamí el que me había resbalado por los brazos. Le mire y me sonrió. Aprisione el espárrago con los dientes y le di un suave mordisco, sin llegar a romperlo, lo que genero mas liquido, que resbalo por la comisuras de mis labios. Me comí el espárrago y me limpie la boca con la mano. No paraba de repetirme que le encantaba y eso me hacia esmerarme mas. El siguiente me lo metí en la boca desde arriba, haciendo que entrara poco a poco, ayudado por la lengua. Deje que las gotas que habían caído a mis mejillas resbalaran por ellas hasta llegar al cuello.
Me levante y fui hasta su silla. Me senté a horcajadas sobre sus piernas. Me chupo los rastros de líquido de mi cara. Cogió un esparrago y, el ultimo que tenia previsto comerme. Le acaricié los labios con él. Más liquido, esta vez en su barbilla. Lo recogí con mi lengua. Le acerque la punta a su boca y él el sujeto con los labios al tiempo que yo hacia lo mismo con el otro extremo. Comenzamos a acercarnos, pero justo cuando nuestros labios iban a chocar lo mordí y contoneándome, desnuda y con los tacones volví a sentarme a mi silla.
- Y de segundo ¿qué has preparado?-
- Almejas con calabacín y tomate-
Me sirvió un plato y una por una, sin dejar de mirarle a los ojos, me fui comiendo cada almeja. Me la metía en la boca para sorber el caldo, luego la sacaba con la mano para pasar la lengua por cada una de las valvas recogiendo así el tomate que estaba alojado en ellas. Su mirada era lasciva y saltaba de mi boca a mis pechos, apenas estaba probando la comida. Cada almeja recibía a mi lengua endurecida que lamía el líquido de cada arruga. Cada poco, un trago de vino blanco fresquito. El vino me estaba haciendo efecto y cada vez estaba más desinhibida. Seguía comiendo las almejas. Cuando acabe con ellas volví a donde él estaba, aparte su plato y me senté en la mesa con las piernas abiertas. Cogí una almeja de su plato, la limpie, le quite la concha y me la metí por el coño. COI el vaso de vino y eche un poquito en mi entrepierna.
- ¿Crees que sabrás sacarla? –
- Nena, estoy seguro -
El, agacho la cabeza y saboreo el vino que había derramado sobre mi cuerpo. Mientras, su mano me palpaba los labios y me los pellizcaba. Lo que hacia que yo me humedeciera. En seguida empezó a dar golpecitos al clítoris con la lengua hasta que llegue al orgasmo. Levanto la cabeza y abrió la boca, enseñándome la almeja en su lengua. Se la trago.
- Me encanta como sabes –
- Ahora voy a probarte yo a ti -

viernes, 11 de julio de 2008

Viaje a Mallorca: Soy tuya

Ni que tal el viaje, ni que alegria que al final hayas venido, ni nada. Nuestro encuentro fue un besazo de esos que te funden el cuerpo literalmente, de esos que hacen que lo solido se vuelva liquido. De esos que son pura lujuria. Me deje llevar, tanto que se me callo el bolso al suelo esparciendo todo lo que llevaba dentro. Condones, consoladores y bolas chinas incluidas. Lo recogi todo y el que me iba a follar estas noches me dio una tarjeta de visita,
-Toma, esto tambien debe ser tuyo-. No la reconoci, pero estaba tan excitada k me dio igual meter mas basura en el bolso.
Durante todo el viaje en coche hasta su casa estuvimos en silencio, cuanto mas lo miraba mas agitadamente respiraba, mas humedad habia en mi entrepierna y menos raciocinio en mi cabeza.
Saco la llave de su casa, pero me interpuse entre la puerta y el. Me cogio del cuello y me beso de tal forma que casi me desmayo de placer. Abrio la puerta de su casa y me apoyo contra la pared. Me lavento la camisa para poder chupar mis pezones y sobar mis tetas mientras yo metia la mano por su pantalon para encontrar su pene duro y caliente, que iba a ser mio ya.
-No puedo mas, follame Raúl, por favor- .
-No, primero comamos algo.
De nada me sirvio protestar, patalear. Me tenia dominada, iba a hacer lo que el quisiera.
Me desnudó, dejándome solo los tacones y me sentó a la mesa. Mientras él preparaba la comida, yo saqué del bolso el tabaco y vi la tarjeta.
- Y esto?- era primera frase normal que cruzábamos desde nuestro encuentro físico.
- No se, estaba en el suelo y lo cogí pensando que era tuyo.
- Que hijo de puta!!!! Me lo metio en el bolso!!!!
- Qué pasa Lola?

Le di la tarjeta, él, leyo en voz alta.
- Ya eres mia. Lo haces bien,te buscare ¿Y esto?
- Esto es…

Le contée lo que habia pasado en el avión, un breve resumen de escasos 20 segundos, pero me dijo que no, que queria detalles. Asi que empezé por el principio.
Mientras le contaba mi relato, se sento en el suelo delante mia, y cogiendome de las rodillas me abrió las piernas, y me colocó en el borde de la silla. Comenzó a juguetear con mi vulva, que me habia depilado completamente para él. Un solo roce en mi clítoris basto para vencerme y tener mi primer orgasmo en sus manos. Cuando yo paraba de hablar, él paraba de tocarme.
-Sigue. Asi te metia los dedos?-
Yo seguia, con la voz entrecortada por los espasmos, loca de placer.
- Por favor, Raúl, follame-
- Sigue contando-

De repente se levantó, se acerco a la encimera donde estaba peparando la comida y vino con algo.
-Primero esto-
Suavemente me metió un calabacín por el coño, lo que inmediatamente me causó otro orgasmo. Pero a él no le importo y siguió metiendome el calabacin cada vez mas fuerte, mientras que con su mano libre me relajaba el ano. Los orgasmos se sucedian y cada vez eran mas fuertes.
-Levantate-
Le hice caso, el me dió la vuelta y me apoyo las manos sobre la mesa de la cocina, colocandose detrás mio. A pesar de que todavía iba vestido, notaba su falo erecto restregarse contra mi culo. Con movimientos cortos de pelvis me daba golpes en el culo como si me estuviera follando. No se como lo hacia pero con una mano me sujetaba la cadera y con la otra ocupaba todos mis agujeros. Dandome justo lo que habia venido a buscar desde tan lejos.
-Y… y le di unaaaa…una bofetada -
- Ya esta?-
- Siiiiiiiiiiiiiiiiiii –

- Pues sientate que vamos comer. Y no rechistes – Me dijo sonriente
-No tengo hambre- Mentira, pero estaba tan cabreada
No me lo podia creer, no me iba a follar, era perverso pero me gustaba. Yo sabia a lo que venia, venia a ser suya y el sabia lo que hacia. Me estaba llevando al límite. Y lo estaba haciendo bien

lunes, 7 de julio de 2008

Silencio

No podíamos hacer ruido. Había llegado tu familia de improviso y se estaban arreglando para acostarse. Habían entrado en tu cuarto para darte las buenas noches y decirte que se habían encontrado a tu novia en el cine con su hermana. Yo había saltado de la cama y me había escondido debajo. Cuando por fin tu madre se fue de la habitación, no sin antes contarte lo maravillosa y guapísima que estaba, yo salí de debajo de la cama.
-Mejor que te vayas cuando se duerman-
-Ok-

No teníamos mucha confianza, solo nos habíamos acostado un par de veces. Así que la situación cuanto menos era incomoda. Tumbados en la cama comenzamos ha hablar de la Universidad. Pero de pronto el empezó a sentirse culpable, por lo que le estaba haciendo a Patri y empezó a rallarme. Yo, que le entendía, me estaba empezando a agobiar. Su santa madre había decidido por primera vez en su vida dormir con la puerta abierta y la luz encendida. Y para salir de aquella casa había que pasar por delante de esa puerta. Con lo que ahí estaba yo, vestida, en la cama con un extraño, también vestido y hablando de lo mal que se sentía. No se como ocurrió, pero acabe apoyada en su pecho. El seguía habando acerca de lo que es traicionarse a uno mismo, cuando note que me acariciaba la espalda por encima del vestido.
-Que haces?
-No te importa que te acaricie no?
-Que va, que va.

No solo no me importaba, sino que me encantaba. La sensación de que nos pudieran pillar sus padres y por lo tanto su novia y que además el estuviera debatiéndose entre el bien y el mal, entre cortar por lo sano esto o dejarse llevar por la lujuria, me ponía a mil.
Las caricias tímidas por la espalda, comenzaron a ser menos tímidas y a explorar la parte de mi anatomía que le quedaba a mano. Ni el ni yo nos movíamos, la única parte en movimiento era su mano.
Tenía miedo de mirarle a los ojos y que sus manos dejaran de buscarme, tenía miedo de moverme, de respirar, de tocarle, de no tocarle. Me armé de valor y le acaricié la boca. Mi dedo índice rozó su lengua y entendí que era mejor dejar de tener miedo...En silencio lo hicimos, en silencio me corrí, en silencio le bese y en silencio me fui.
No fue el mejor polvo, ni el más apasionado, ni siquiera lo recuerdo. Pero si que me queda esa sensación de haber conectado por unos segundos.

viernes, 4 de julio de 2008

Viaje a Mallorca: Avión

En realidad el viaje en avión fue una mierda. Salí de casa con unos shorts, taconazo y una camisa, abotonada a la espalda de muselina blanca, que dejaban intuir mis pezones erguidos. Los llevaba así desde que decidí ir a visitar a mi hombre. Alguien al que había conocido por casualidad y al que todavía no había visto en persona. No era el atuendo mas cómodo para viajar, lo reconozco, pero si era el mas adecuado para causar una buena y caliente primera impresión al hombre que me esperaba.
Al hombre que me esperaba, y a casi todos los que tuvieran ojos. De camino al aeropuerto me di cuenta que llamaba la atención, y eso me excitaba mucho. Sentir las miradas que se clavaban en mi culo, notar mis tetas saltar libres a cada paso, me hacia sentir sexy. Sabía que le iba a gustar y eso me hacía poderosa.
Pero las tres horas de avión fueron horribles Mi asiento estaba pegado al de un señor mayor, de unos 50 años mal llevados. Uno de esos gordos sudorosos con pinta de vendedor de seguros. De pelo grasiento, cara grasienta…todo grasiento. Con unas manos enormes y gordas que no hacían más que que sacudirse la camisa para ver si así calmaba el calor de dentro del avión. Hacia tanto calor que la parte de mi cuerpo que quedaba libre de la ropa, es decir, mucha, se me pegaba a los asientos. El tanga estaba absolutamente mojado, debido al sudor, pero sobre todo debido al placer adelantado de que me producía conocer a mi desconocido. Esa excitación que me había tenido toda la noche en vela, tocándome como si fuera él quien me tocaba, follándome como si el plástico de mis juguetes fuera su polla.
No se cuando empezó todo, supongo que me quede dormida, tras tomarme varios whiskis que la guapísima azafata se había encargado de traerme y que el vendedor de seguros, a pesar de no haber hablado con el, había insistido en pagar.
No se cuando empezó, pero note su mano sudorosa en mi pierna, yo, imaginando que era la de mi mallorquín le deje hacer, me susurraba no se que al oído con esa voz pastosa que tienen los vendedores de seguros, me separo las piernas y empezó a acariciármelas, cada caricia abarcaba mas arriba, cara caricia apretaba mas. Yo ya no podía decir no, había entrado en ese punto de no retorno en el que pierdo totalmente la noción de lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, lo digno y lo no.
Los susurros se volvieron órdenes, la mano se deslizo entre mis shorts apartando el tanga y cubriendo mi vulva hinchada de deseo. Sin mucha delicadeza hundió sus dedos en mi sexo, rozando mi clítoris bruscamente, tan brusco, que cada vez que lo hacia yo me retorcía, no se si de dolor o de placer, o las dos cosas. Con su mano libre sujeto la mía y la atrajo hacia sus pantalones, que ya estaban desabrochados. Comencé a masturbarlo, notando claramente el recorrido de su vena. Notando que cada vez estaba más excitado. Aceleró el ritmo de bombeo en mi coño, todo el dolor había desaparecido y solo quedaba placer, un placer que yo intentaba que no se me escapara por los labios, pero cuando llego la oleada de espasmos fue imposible mantener la boca cerrada y salieron de ella unos jadeos que mi vendedor imito, llenándome las manos de su semen pegajoso.
Indignadísima por haberme obligado a hacer aquello, le di una bofetada y me coloque la ropa. El, con una media sonrisa, me miro de reojo y siguió leyendo la revista.
Durante el resto del viaje solo pensé en lo que me esperaba aquel fin de semana…

domingo, 29 de junio de 2008

Y años despues...

Había ido a ver a una amiga a su casa. Después de muchos años sin vernos teníamos que ponernos al día. Nos fuimos a cenar y parecía que no había pasado el tiempo, teníamos la misma confianza y la misma complicidad que durante aquellos años en Madrid.
Hablamos del mundo, de la vida y de ellos. En lo de ellos nos detuvimos, y nos contamos los detalles de nuestras últimas relaciones. Ella estaba inmersa en una tórrida relación con un compañero de trabajo. Mientras que yo tenia a un guaperas que de vez en cuando aparecía por mi cama. Entre copas y risas se nos paso la hora de cierre de los bares con ganas de seguir hablando, así que nos fuimos a su casa. Un apartamento de una sola habitación en el centro de Oviedo. Nos servimos unas copas y seguimos con las anécdotas. Reconozco que me estaba poniendo cachonda, como describía los detalles de sus actos sexuales con su amante, como hablaba de su cuerpo y lo describía al detalle, como contaba sus movimientos y como los imitaba. Eso me estaba calentando, al principio pensé que era el imaginarme a ese hombre en mi cama, pero en me di cuenta que era ella, que ella me estaba seduciendo. Me rozaba, me arreglaba el pelo, jugaba con el tirante…y eso me gusto. Le seguí el juego, jugaba con ella, nos rozábamos, bailábamos, bebíamos…nos besamos. El beso fue lento, tímido, como con miedo de no acertar. Nos miramos y supimos que acaba de empezar.
El siguiente beso ya implico a nuestras lenguas. Le baje el tirante de vestido para besar su cuello mientras ella metía sus manos por debajo de mi falda y acariciaba mi cadera. Así estuvimos un buen rato hasta que nos atrevimos a desnudarnos. Y con la ropa se fue también toda la delicadeza que había habido hasta ahora. Me empujo contra el sofá y se alojo en mi entrepierna, jugó con el tanga hasta volverme loca y cuando por fin se decidió a lamerme yo ya estaba completamente ida. No tarde en demostrarle lo mucho que me había gustado mediante una serie de espasmos descontrolados y gritos.
Ahora le tocaba a ella, yo estaba dispuesta hacérselo como me gustaría que me lo hicieran a mi, hacerlo perfecto. Para eso empecé besando la cara interna de sus muslos mientras con una mano pellizcaba sus labios empapados. Pase la lengua suavemente por su raja y paré al llegar al clítoris. Su respiración era cada vez mas agitada. Le estaba gustando. Introduje un dedo en su coño y rápidamente lo saqué, ella protesto pero yo comencé a masajear su agujerito para que se relajara ante mí. Poco a poco iba metiendo mi dedo mientras la boca ya estaba totalmente centrada en su botón y el pulgar de mi otra mano moviéndose en círculos en su vagina. Gritaba, me pedía que no paraba y yo cada vez lo hacía más fuerte, hasta que una contracción atrapó mis dedos y ella se deshizo entre gritos.
Hubo un silencio. Nos miramos y nos echamos a reír.
- Ponme un gin-
- Ok, ¿se lo vas a contar a él?-
- Uy claro, ¿y tu?-

Mas risas…

miércoles, 18 de junio de 2008

Y de repente...Adios

Para desnudarme solo tienes que deshacer el nudo del vestido y este cara por su propio peso, dejandome ante ti solo con una botas de caña alta.
Mirame y desnudate anda, y eso haces, te quitas las zapatillas y los calcetines, dejas al descubierto ese torso que me vuelve loca, de rodillas te ayudo con los pantalones y por fin veo el objeto de mi deseo por esta noche.
Tu polla, dura y enrojecida, va a ser para mi. Te toco las piernas, empiezo besandote los tobillos, subiendo hasta recrearme en la parte de atrás de tus rodillas, mordiendote el culo manteniendo el equilibrio colocando las manos en tus ingles, moviendolas por tu monte de venus. Cuando parece que voy a ir al grano, me pongo de pie y te tapo los ojos con un pañuelo y te ayudo a sentarte en el suelo, detrás de ti te beso la espalda, clavo mis uñas, te lamo el cuello, mantienes la compostura. Pues bien, me siento a horcajadas sobre ti te beso pero cuando reaccionas te muerdo el labio, haces una mueca entre dolor y placer, que se convierte en placer cuando te recompenso metiendote la lengua dura y caliente en tu boca, quieres mas, pero vas a tener que esperar. Te pongo un dedo en la boca, lo lames. Una cereza, la muerdes y escurre el zumo por tu torso. Te limpio con la lengua. Tus manos me insisten en que me quede ahí abajo, y visto que no cedes me recreo en tu entrepierna, al principio, suave con la lengua, rozando tu glande, con las manos sujetandote los huevos, que enseguida se encuentran en mi boca, mientrs mis manos masajean tu polla. Cambio de orden y mi boca se come tu pene, me lo meto hasta donde me permiten las arcadas, casi rozando mi barbilla con tus huevos, subo y bajo al ritmo k me marcan tus manos, retirandom el pelo de la cara. Te miro y veo tu cara de placer. Es el momento. Me siento sobre ti, notando como entras poco a poco. Tus manos en mis caderas me pretan hacia abajo y me dicen que me este quieta un momento. Eso hago, me kedo quieta, tu empiezas a moverme de atrás a delante, haciendo rozar nuestro pubis. No puedo mas. Me corro. En seguida empezamos con el ritmo acelerado, de arriba abajo, cada embestida me da mas placer. Me vuelvo a correr. Te levantas, y yo te abrazo con la piernas. Me sientas encima de la mesa, me tumbo y sigues follandome, como si fuera la ultima vez. Toco mis tetas, te intento agarrar del culo. Tus manos me abren las piernas cogiendome del interior del muslo, para ver mejor lo que pasa ahí. La vision te excita, me lo dices, me lo dices mas veces y un espasmo me inunda de ti.
Calma, te echas en el suelo y me apoyo en tu pecho. Me abrazas.
–Demain je rentre chez moi, ca a ete un vrai plaisir-.

domingo, 15 de junio de 2008

Noche de Verano

Te esperaba sentada en el capo de coche, con las piernas abiertas y descalza, en una actitud deliberadamente descarada.
Justo cuando tiraba el cigarro, y con él, la esperanza de mi noche torrida, llegaste tu, llevabas unos pantalones de deporte y una camiseta sin mangas, te quedaste parado mirandome, no baje la mirada, te acercaste a mi, pero mi pie se interpuso entre nosotros, rozando sin querer tu muslo.
Eso, te debió gustar, porque me cogiste el tobillo con tu mano y repetiste el movimiento. En un momento dado te colocaste hábilmente entre mis piernas. Tus manos, pasaron de los tobillos a los muslos, y subiendo lentamente, por debajo de mi falda, hasta la altura de las nalgas, que iban descubiertas como te habia dicho. Una vez ahí, con un agil movimiento las apretaste moviendome hasta hacerme quedar en el borde del capó en contacto con tu pene, que ya habia reaccionado y estaba preparado para que le dieramos marcha.
Mis manos, que hasta ahora habian permanecido inmóviles, acarician las tuyas por encima de mi falda, y suben, arañandote a veces y apretandote otras. Hasta llegar a tu cabeza, que está alojada en mi cuello, haciendo un trabajo fino. Te la cojo y te meto dos dedos en la boca, juegas con ellos hasta que considero que ya basta, los bajo hasta mis piernas y me los meto en el sexo, rozando con la palma tu polla, que según me dices está a punto de explotar.
Ya no hay marcha atrás, por lo menos por mi parte, nos besamos y con un rapido movimiento me bajas del coche y me das la vuelta, me coges de las caderas y comienzas a rozarte contra mi culo, los gemidos ya son evidentes, pasa un coche, que aminora la velocidad para ver que esta pasando, asi que es mejor que nos vayamos para casa…pero ese ya es otro cuento.

lunes, 9 de junio de 2008

Cuentame un secreto

No me hace falta saber tu nombre. No quiero conocer tus problemas, ni eso que te atormenta. Solo quiero que me cuentes que es eso que te pone a cien. Que es eso que no te atreves a hacer. Que eso que no te atreves casi ni a pensar. Ahí, en los comentarios tienes todo el espacio para contarme al oido que es eso que tanto te gusta. ¿Qué quieres hacer? ¿Qué quieres que te hagan? Cuentamelo