miércoles, 18 de noviembre de 2009

Pyrene: Cuenta la leyenda...

Cuenta la leyenda que una vez al año este pueblo abandonado se vuelve loco, se llena de vida. Pero no de cualquier vida. No son exactamete turistas en busca de la foto perfecta. Una vez al año todo vale en este pueblo. A este pueblo no llega la luz electrica, a este pueblo no se llega en coche. Esta noche todo se ilumina con candelas. Las arcadas, los porches, ventanas, ventanucos antes vacias, se llenan de velas. A la luz de la velas, mejor, a sus sombras se crea una atmosfera única, una atmosfera que muy poco conocen.

Cuenta la leyenda que para llegar, hay que andar unas cuantas horas. Atravesando un rio primero, subiendo por un empinado barranco después y continuando por una suave senda, hasta llegar al destino. Los ruidos de la noche te acompañaran durante todo el camino, a veces son piedras que corren pendiente abajo, otras veces el crac de haber pisado un boj, pero hay ruidos que te haran pensar que no vas solo, que te están vigilando, o mejor dicho acompañando. Esa sensación de no estar solo, es la que dara comienzo al juego, es la que te hara librate de perjuicios y vibrar a cada paso. Es la que te hara parar para escuchar entre los sonidos de la noche, ese jadeo casi inaudible, pero que estas segura que esta ahí. Pero no te dara tiempo, algo se abalanza sobre ti, a horacajadas sobre tu espalda, te susurra –quieta- Notas su jadeo en tu espalda, te acaricia el cuello con la mano abierta, lo besa, notas la calentura en su saliva. Te agarra de la coleta –sigue, solo queda media hora de camino-.

En ese momento no sabras si abandonar, si has echo bien en aceptar la invitación, pero te acordaras de esa lengua pasando firmemente por tu cuello y decidiras continuar.

Cuenta la leyenda que al llegar al primer muro de piedra, cuando ya veas el relucir de la velas del pueblo. Dos personas te pararan, comprobaran que llevas antifaz, y te pedirán que te desnudes. Una vez ahí, comprobaran que llevas la marca, para eso tendrán que separarte los muslos y acercar una vela tanto que notaras como el calor invade tu sexo. Pero eso te gustara, un escalofrio te recorrerá la columna y por fin te encontraras libre.

A partir de ahí el recorrido es corto, solo debes seguir el camino de velas en el suelo. Te daras cuenta, que la túnica con la que te han vestido es de raso, larga hasta los pies y que queda unida al cuerpo por tres lazos. Uno en el cuello, el siguiente debajo del pecho y el ultimo aprisionando las caderas. Te daras cuenta que andas apresurada, y que el raso al volar hace ruido, como el de una sabana tendida. Te daras cuenta , conforme te acerques, que estas excitada, que tus piernas tiemblan de emoción, que por fin estas donde llevas años soñando.

Esto es lo que contaria la leyenda…si fuera leyenda…